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NO, NO, NO, NO…

Stefan Brüggemann

13 Noviembre de 2009 - 24 Enero de 2010

Espacio de exhibición: Proyecto Fachada

Curaduría: Giovanna Esposito

Inició una nueva etapa de diálogo entre la Sala de Arte Público Siqueiros y los espectadores y transeúntes de la ciudad. A través de comisiones que periódicamente fueron realizadas por diversos artistas para la fachada de la SAPS, se buscó proyectar y resaltar la visibilidad del museo dentro de su contexto urbano.

 

En una primera fase, el proyecto retomó el uso original del neón como señalización del espacio social y urbano. El neón como estructura publicitaria entró en auge durante las décadas de 1930 y 1940 para después caer en lo obsoleto y por ende en el olvido, como un remanente más de la caduca tecnología moderna. 

Durante los años sesenta y setenta, diversos artistas lo retomaron por ser un medio que permite y favorece la lectura colectiva.

 

Dentro de esta producción artística, enraizada en el arte conceptual, se comisionó la primer obra de esta serie a Stefan Brüggemann (Ciudad de México, 1975), quien trabaja principalmente con texto en diferentes formatos. Las ideas-producto de Brüggemann, llenas de desafiantes paradojas y gestos de humor y cinismo, juegan con la inhabilidad de comunicar al contorsionar los signos y la retórica. En este sentido, No, no, no, no… es una múltiple negación que se posiciona dentro de un vacío y es,  también, una declaración que parece alternar entre lo neurótico y lo apático.

“No” es un síntoma de la época actual, de las estructuras políticas, culturales y sociales, que ha sido repetido tantas veces hasta perder cualquier significado o fuerza. “No” representa en la cultura mexicana el ahora no es posible, el vuelve al rato, el tal vez sí… pero si me convences o me conviene; representa ese punto donde no hay acción ni inactividad, sólo una suspensión.

 

“No” puede representar el hartazgo hacia las estructuras económicas, hacia nuestro estilo de vida. Puede ser, también, la imposibilidad de darle lugar al otro, de darle un espacio al arte. O la última y más consistente aseveración del nihilismo, cuyo mito implosiona sobre sí mismo, dejando sólo el vacío y las reconstrucciones dentro del vacío.


Giovanna Esposito

-Curadora-