UTOPÍA
Kasper Sonne
11 Agosto de 2010 - 14 Noviembre de 2010
Espacio de exhibición: Proyecto Fachada
Curaduría: Giovanna Ybarra
Pensamientos sobre la propuesta de un letrero en el techo de la SAPS:
Utopía –el título de una novela de Sir Tomás Moro escrita en 1516- fue acuñado para nombrar a una isla ficticia en el Océano Atlántico, la cual poseía un sistema socio-político-legal que era aparentemente perfecto.
Desde entonces el término ha sido extensamente usado para describir comunidades que han intentado crear una sociedad ideal, aunque también es usado críticamente, en referencia a un ideal poco realista o imposible de alcanzar.
En mi conocimiento y entendimiento tanto de Siqueiros como de la historia mexicana revolucionaria de su tiempo, la ambición imperante era construir una sociedad ideal para el proletariado a través de propaganda ideológica, así como educar a las masas para imponerse sobre la burguesía.
Mirando a través de los (borrosos) lentes de la historia representada, este intento podría ser considerado una formulación de Utopía.
Por lo tanto, para la construcción modernista de la Sala de Arte Público Siqueiros, propongo un letrero que debe ser instalado en el techo del edificio. Como todos los contenedores de identidad, el museo funciona de por sí como un lugar para la propaganda; así, cualquier señalización servirá automáticamente como una herramienta con la cual se comunican los propósitos del que la alberga– en este caso la creencia (utópica) en la habilidad de cambiar las cosas para bien.
Al apropiarse intencionalmente de un signo que es un logotipo comercial, se pretende dirigir la atención de las masas a la Sala de Arte Público Siqueiros. A pesar de esto, el signo está fuera de un sistema mercantil directo, por lo cual se distorsiona la tradicional representación del valor de una marca.
De hecho, lo que está transmitido por el signo propuesto y su ubicación, está oscurecido a propósito por la inversión de la ‘P’ in UTOPIA, siendo ésta la única letra en la palabra que tiene una dirección específica y no es idéntica en ambos lados si se la parte por el eje axial. Con este pequeño pero significativo gesto, la paradoja y lo desconocido se imponen a un concepto proverbialmente universal.
Así otra capa es añadida al signo, porque ya no sólo se alude al significado de la palabra, sino a que la palabra en sí se vuelve ilusoria, forzando al espectador a leer significados que están dentro del propio signo, para así poder leer los que están fuera de él.
Giovanna Ybarra
-Curadora-